miércoles, 4 de diciembre de 2013

El azul... que no pase de cálido.



¡Por fin vuelvo a las andadas!
Con esto de utilizar tanto el Facebook del blog, se me va la cabeza a la luna de Valencia y pasan estas cosas... ¡Pero aquí estoy, quitando las telarañas! (las viejas, que las nuevas tienen que servir para las generaciones próximas de arañitas virtuales)

No hay mucho que decir de lo personal, recuerdo que la última vez hablé de la selectividad... bueno, ¡pues la pasé! Estoy haciendo una magnífica carrera de Estudios Literarios que me está encantando. Si tenéis alguna pregunta sobre la carrrera ya sabéis que el hueco de los comentarios está abierto a todos vosotros.

Hoy vengo, sin embargo, a expresar mi opinión, algo tardía, sobre una adaptación al celuloide de una historia que marcó mi vida. Como apasionado de la palabra escrita (o en este caso, dibujada), lo que mejor se me da es hacer una pequeña crítica sobre la adaptación de una historia. Tampoco me considero crítica literaria en todo su esplendor, ¡para algo estoy estudiando! Y mucho menos crítica de cine, puesto que de técnica audiovisual no me considero gran experta. Sin embargo, me veo en la necesidad y el deber de exponer mi opinión sobre la película "La vie d'Adèle", de Abdellatif Kechiche, interpretada por Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux.

Empezaré por explicar mi experiencia con este cómic, o novela gráfica como se le llama ahora, titulada "El azul es un color cálido", de la autora Julie Maroh.

Creo que hace unos tres años que me leí esta historia. Vi por casualidad anunciado el cómic en un folleto de la tienda de Norma Cómics, me llamó la atención por darle importancia al color azul, que seguro que aún no habíais notado que es mi preferido. Más tarde, al verlo en mi biblioteca (tengo la genial suerte de disponer de una magna biblioteca con cabida para manga y cómics por docenas) no dudé en escogerlo para mis noches de lectura.

Siempre me he rodeado de personas homosexuales, casi siempre por pura casualidad. Y he de decir que me encanta. Desde la primera persona que conocí hasta la última que me quede por conocer, siempre me llenan de experiencias nuevas y me abren la mente. Mantuve grupos de amistades que se componían únicamente de chicas homosexuales que incluso me hacían desear serlo yo también. Compartí muchos momentos y aún los comparto con otros grupos en los que me siento comodísima. Ahora no entraré en los detalles sobre mi pensamiento de que todos somos bisexuales, en aquel momento empezaba a romper mi ideal de ése 100% una cosa u otra para cada uno. Pero ésa es otra historia y será contada en otra ocasión.
Como consecuencia, conocí a personas que incluso me enamoraron, o bueno, gustaron al menos, siendo yo supuestamente heterosexual. Leer esta historia fue, por lo tanto, un gran paso para conocer un poco más de la vivencia de alguien que descubre su sexualidad y su manera de amar. Por que, más allá de que trate el tema de lesbianismo, es una historia que trata sobre el amor de verdad.

Tras leerlo, esperé pacientemente que a alguien se le ocurriera la genial idea de adaptarla al cine. Y un buen día, ¡voilà! El proyecto se llevó a cabo. Yo, cómo buena fan, iba contando los días que quedaban, fichando al reparto... hasta que finalmente, se estrenó.

Antes de llegar a la sala ya habían llegado a mis oídos rumores que rebajaron mis expectativas. Pero fue la película en sí lo que las rebajó al mínimo.

Hubo demasiadas detalles que no me gustaron desde el punto técnico, especialmente el del abuso de primerísimos primeros planos. Que un tanto por ciento elevado puede llegar a estar bien para transmitir a flor de piel los sentimentos de los personajes, pero ése contínuo rozar el rostro de las actrices y descubrir hasta el último poro me parece excesivo y mareante.
Por otra parte, desde luego, cabe destacar el alto contenido pornográfico de la película. Que sí, que hay que mostrar mínimamente el contacto de las dos muchachas en todos los ámbitos, pero simplemente el director se sobrepasó en éste. No conozco demasiadas opiniones sobre esta película y lo que ha transmitido, pero me parece triste que muchos hayan malinterpretado injustamente una historia de base tan preciosa con tanta chicha y tanto gemido. No quiero pecar de prejuiciosa porque tampoco he visto otra película de este director, pero pienso que ésta historia necesitaba una dirección desde un punto de vista que comprendiera mejor la situación. No requería que la dirección fuera por alguien homosexual, tampoco importaba si era hombre o mujer, creo que lo que pedía a gritos era tan sencillo como ser dirigido por alguien sensible y empático. Alguien que entendiera el contenido pasional de la historia más allá de lo carnal.

También me molestó en demasía la supuesta bisexualidad de la protagonista. Vamos a ver, uno de los puntos clave de esta historia es precisamente la claridad con la que Adèle (Clementine en la versión real) descubre lo que le llegan a gustar, encantar, apasionar las mujeres. Que bese más labios masculinos me irrita por que esta buena mujer directamente no quiere más contacto romántico-sexual con hombres tras encontrar a Emma. En la película sólo uno de los hombres tiene importancia: Thomas. El hombre que le hace percatarse de cuán lesbiana llega a ser. No entiendo el por qué de la aparición de la infidelidad con su colega de trabajo, al cual se le escapa la testosterona por las orejas. Intentando evitar los spoilers por si tras esta entrada os apeteciera leer el cómic, he de mostrar mi desacuerdo con el cambio de identidad o aparición mágica de los personajes secundarios: hay, por mostrar un ejemplo, un personaje totalmente fuera de contexto en la historia: el amigo árabe/hindú(?) de Emma, interesado por Adèle y utilizado por ésta para crear celos en Emma. Un personaje tan innecesario cómo la muchacha embarazada de la que no daré más detalles para no destripar más el cómic a quién lo pretenda leer.

Sin alejarnos de los secundarios, he de comentar varios fallos que en la historia son elementales. Y es que aunque al principio la película prometía como adaptación por las amistades de Adèle y su actitud al enterarse de que frecuenta lugares de alterne y de su posible homosexualidad, encuentro fatal que Emma, sin más, deje de tener novia en la película para comenzar una relación con la inocente e inexperta Adèle, sin que ésta se enfrente a las garras de la ex pareja de Emma, que en la historia ofrece precisamente uno de los clímax que más enganchan y hacen empatizar con la protagonista. Otro de los graves errores fue el saltarse la escena con los padres de Clementine/Adèle. Padres conservadores, a la antigua, que ni saben nada sobre la nueva vida de su hija y ni se lo quieren plantear. Con gran pesar para con vosotros he de comentar este spoiler, ya que es crucial para la historia. El momento en que la pareja es pillada in fraganti en plena demostración de sus mútuos amores (perdonadme el eufemismo), la consecuente expulsión de Adèle/Clementine de su propio hogar y la dureza de esta vivencia, que demuestra con claridad la situación de homofobia que muchas personas padecen, es vital para poder comprender a Adèle/Clementine. Que el director se comiera en especial esta escena me parece un error tan grave que incluso me atrevería a decir que mata a la verdadera esencia de la historia. Son tantas las invenciones, tanta la pornografía innecesaria, las situaciones cruciales desaparecidas, que en cierto momento de la película empecé a encontrarla incluso banal. Aquello ya no era mi adorado romance, mis experiencias no vividas pero sí sentidas en mi propia piel. Aquello era una patada al cómic y al hilo de los acontecimientos.

Es posible que, aunque la película parezca cortada por capítulos debido al título de la película (Capítulos I & II), no haya esa esperada secuela que anude el final de una historia que deja con ganas de más, puesto que parece ser que las dos protagonistas, las señoritas Exarchopoulos y Seydoux, sufrieron abusos profesionales por parte del director: escenas rodadas más de cien veces (que explicarían la expresión de cansancio contínuo de Adèle y la de asco que tiene Emma incluso al encontrarse a su chica en mitad de un paso de cebra), la duración del rodaje de las escenas sexuales duraba prácticamente un día entero, incluso escenas en las que por exigencias del guión las chicas se tenían que agreder y que, cuando lo hacían, acababa siendo real sin que ellas quisieran, ocasionando accidentes reales cómo caídas al suelo o cortes con sangre por rotura de cristales que, cuando sucedían, el director no cortaba el rodaje para que quedara "más realista"... Con estos ejemplos es más que comprensible que las chicas no quieran ni oír hablar más del director ni de posibles secuelas. De hecho, cuando estaba viendo las escenas de los accidentes, me sorprendía la verosimilitud de éstos, mas al saber que de verdad se habían dañado, me pareció ofensivo. No me extraña que las pobres chicas lloraran tanto en el film. 
De todos modos no critico la magnífica actuación de las chicas, que aún gana más valor mostrando la profesionalidad suficiente para llevar a acabo y finalizar sin dimitir aún con tanta presión.

En fin, siempre nos quedará la historia en papel para hacernos sentir algo tan común como es el descubrimiento del verdadero amor en la juventud, de las identidades sexuales, de la vida adolescente y de lo que a diario sufren demasiadas personas por juicios equívocos, ignorantes y faltos totalmente de empatía y sensibilidad alguna.

Os recomiendo encarecidamente el cómic para poder submergiros de lleno en los sentimientos de las dos protagonistas, en sus vivencias, emociones... lo que el director logra más o menos con los planos detalle, la autora del cómic lo consigue con escenas de tiernas miradas que hacen envidiar al celuloide. Os aseguro que no os dejará impasibles.


Espero que os haya gustado mi crítica (todavía soy algo amateur en este campo) y que haya despertado vuestra curiosidad sobre este cómic, del cual os dejo en su versión online y en pdf para los más impacientes.
¡Nos vemos pronto, queridos lectores! Gracias por leerme y recordad que seguimos en contacto diariamente en nuestra página de facebook.
Jugad mucho con la nieve y, si todavía no os ha llegado, ¡reclamádsela a las nubes!

A.