jueves, 17 de marzo de 2011

Nothing is impossible.



No cause is lost if but one fool is left to fight for it

- Will Turner.




No, desde luego que no :)

El otro día comenté, que
si todo salía bien, podría explicar a día de hoy algo único en mi vida.
Y así ha resultado la suerte de ser.

Ya no sé cómo más poder definir este sueño cumplido, me ha hecho creer en la suerte de verdad en uno de mis peores momentos, me ha sacado de algo bastante grave, y todo se lo debo a él, Orlando Bloom. Cómo tantas otras veces y sin embargo, tan diferente por haber sido la más especial.

Para quién no me conozca, he de decir que este chico ha sido mi ídolo desde el día en que le conocí. Yo sólo tenía 11 añitos cuando lo vi por primera vez y caí rendida ante aquel precioso elfo en el Señor de los Anillos (reliquia imprescindible en mi vida que no sólo me trajo a Orli, si no muchísimas cosas más que otro día explicaré). Más tarde cómo pirata en Piratas del Caribe. Por aquellos tiempos aún no había inetrnet en mi casa, y me contentaba con comprar revistas cómo Bravo y demás. Por suerte, Orli estaba en la cresta de la ola de su populacho, y siempre venia algo de él en las revistas, ya fueran pósters, reportajes o pequeñas fotos, cualquier cosa que lo referenciara me hacía feliz (aún guardo todos y cada uno de aquellos recortes). A lo largo de todos estos años, muchas de sus películas no han sido ni importadas a España, después del furor de ambas trilogías su fama se relajó un poco, pero realmente a mí eso no me importa, he seguido yendo a ver sus películas, fueran buenas o malas, informándome de sus nuevos proyectos y alegrándome de las cosas tan buenas que le están pasando en la vida y que tanto se merece después de todo lo que ha luchado en la vida.
Después de este miniresumen de mi vida con Orlando (esto es nada comparado con la parrafada que podría soltar si empezara a hablar de él y lo que es para mí), contaré los sucesos del día mñas feliz de mi vida, 16 de marzo del 2011, miércoles.

Coger un bus a las cinco de la mañana totalmente sola cuando todos duermen, con frío y lluvia, aguantar nueve horas y media de viaje, no dormir, no comer, realmente no importa tanto si después de llegar y salir corriendo al plató del Hormiguero, finalmente entras y vas asimilando lentamente que sí. Que es real. Que tu sueño se está cumpliendo.
Y es que hasta que no me senté en el plató no me lo creí.
Iba a verle.
A mi Orlando.

Tras unos minutos de espera, lo que ya era nada después de lo anteriormente narrado, al final salió.
Realmente, sigo sin poder creérmelo. Pero así fue. Él estaba allí. Con su preciosa sonrisa perfecta, su personalidad alegre y adorable (verle abrazando a Pablo Motos por que sí, hablando sobre la serie de catástrofes de Japón con tal preocupación, acariciando a Trancas y Barrancas, etc. es algo que sólo puede salir de un corazón cómo el suyo).

Es muy curioso tener enfrente al ídolo de tu vida, viendo cómo hablan de cosas que sabes desde pequeña, cómo lo de sus innumerables huesos rotos por que le encantan los deportes de riesgo, o que comenten acerca de photoshoots que te conoces de memoria, que le hagan bromas sobre cosas que tan bien sabes de él.
Sinceramente, aún cuando rememoro cada imagen desde el momento en el que entró a plató, se me hace difícil asimilar que era él, Orlando Bloom el que estaba allí. El que me miró y sonrió. Fueron ésos segundos los que guardaré cómo los mejores de mi vida entera.



Hubo momentos geniales, cómo él tocando la batería o acariciando a un pollito (no sé cómo no me fundí de amor, de verdad), momentos emotivos, momentos de risas... de todo. En los descansos se acercaba y nos miraba curioso, tan sonriente cómo siempre.

Fue simplemente genial. Nada podrá superar esto. Orlando Bloom siempre me ha dado las mayores felicidades, y ésta ha sido la más grande de todas ellas. Sólo puedo darle las gracias por cada sonrisa que me ha sacado a lo largo de éstos años, por ésa forma de ser tan adorable que tiene, por ser el mejor ídolo que se puede tener, y por que me ha hecho creer que realmente los sueños se pueden cumplir, que nada es imposible, y que en éste momento soy la persona más feliz del mundo. Simplemente con hacer acto de presencia y ser tan tierno cómo es ya lo es todo. Pero si añadimos ciertos segundos que guardaré por siempre..
:)

Aquí los vídeos y el programa completo:

Orli y la bañera de jabón con mayonesa.

Orli se pone una peluca de Legolas.

Orlandobloomizador.

Orlando y el pollito mágico.

Programa completo. (link no permanente, pero ya lo editaré.)

Aún no he podido ver el programa desde ojos de espectadora de TV, así que me voy a poner a verlo ahora, a ver si puedo encontrarme!
Por si alguien me ve, estaba en la cuarta fila arriba del todo, en el centro, debajo de la P gigante de luz del Motos, y llevaba el pelo largo suelto y un jersey blanco de lana brillante.


Se despide una Ari a la que nunca veréis tan feliz cómo ahora. ^-^

A.

1 comentario:

  1. Aixxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx!!! Te vi, sí, al comenzar el programa y en los anuncios de antes de terminar el programa, te enfocaron poco para enfocar a semejantes bichos monstruosos que no dejaban de gilipollear y ensuciar el primer plano de cámara ¬¬
    Ayyy!! no sabes lo que me habría gustado poder verle con mis ojos, pero... algún día llegará, y sino, me quedo con todos esos momentos a lo largo de nuestra vida desde la primera vez en que lo vi en La comunidad del anillo!! =)

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